22 de diciembre de 2006

El Gorrion libre



A nadie se le pasaría por la cabeza tener en su casa un gorrión encerrado. No tiene el canto melodioso ni es vistoso. Es apenas un pajarito de color más bien desvaído, glotón y bochinchero y tan confianzudo como para meterse en las habitaciones de las casas en busca de algún resto de comida. Se adapta a todas las latitudes habitadas de la tierra, desde las heladas tierras suecas con 45º bajo cero hasta las muy cálidas del Mato Grosso que sobrepasan los 55º; y desde el nivel del mar hasta los 5.000 m de altitud.

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